El riesgo sísmico es un concepto fundamental en la gestión de desastres naturales, especialmente en regiones propensas a terremotos.
Este término se refiere a la posibilidad de que los terremotos causen daños significativos en infraestructura, pérdidas económicas, y afectaciones a la vida y bienestar de las personas. Aunque los terremotos no se pueden evitar, es posible reducir su impacto mediante estrategias de mitigación basadas en un entendimiento detallado de este riesgo.
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El análisis del riesgo sísmico combina tres componentes esenciales:
- Amenaza sísmica: Evalúa la probabilidad de movimientos del suelo en una región específica.
- Vulnerabilidad: Mide cuán susceptibles son las estructuras a sufrir daños.
- Exposición: Considera el valor y la cantidad de personas y bienes en riesgo.
Este enfoque permite identificar áreas prioritarias para la prevención y el diseño de estrategias efectivas que protejan comunidades y reduzcan pérdidas económicas.
En el contexto actual, donde el crecimiento urbano y el cambio climático están transformando nuestras ciudades, entender cómo evoluciona el riesgo sísmico a lo largo del tiempo es más relevante que nunca. Proyectos como EASER buscan abordar esta dinámica mediante herramientas innovadoras que permiten su evaluación y gestión considerando el paso del tiempo y las incertidumbres inherentes.
